Un innovador mapa del cerebro arroja luz sobre varios comportamientos relacionados con la gestación, así como sobre problemas de salud mental y otros trastornos neurológicos vinculados a este período.
Un grupo de investigadores de instituciones científicas de EE.UU. presentó el primer mapa del cerebro que muestra los cambios neuronales que se producen antes, durante y después del embarazo, lo que aporta nueva información sobre la capacidad del cerebro para recuperarse, reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones, informa la Universidad de California en Santa Barbara.
El embarazo es un período caracterizado por intensos cambios hormonales y fisiológicos que experimentan las mujeres mientras se preparan para la maternidad. Sin embargo, los cambios neuronales que ocurren en el cerebro materno durante la gestación no se habían estudiado a profundidad.
En anteriores investigaciones, se descubrió que el volumen de la materia gris, la parte del cerebro donde se concentran las células cerebrales (neuronas) y se arraigan los pensamientos y los recuerdos, fue menor luego del embarazo que antes de este período.
¿Cuáles fueron los cambios cerebrales?
Ahora, un nuevo estudio recientemente publicado en la revista Nature Neuroscience, encontró que en más del 80 % de las regiones del cerebro de una madre primeriza de 38 años se produjeron reducciones de materia gris de alrededor del 4 %. A pesar de que el volumen de materia gris disminuyó a medida que se incrementaba la producción de hormonas a lo largo de la gestación, se observó que, al mismo tiempo, sus conexiones cerebrales se multiplicaron.
Los científicos concluyeron que los cambios neuronales en el embarazo son aproximadamente de la misma magnitud que los que afectan a los adultos jóvenes cuando pasan por la pubertad, cuando sus cerebros se vuelven más especializados. Asimismo, esta importante remodelación cerebral, denominada como neuroplasticidad, ocurrió a una frecuencia tres veces mayor que lo que se vio en los cerebros de otras ocho mujeres no embarazadas que también participaron en la investigación.
Por otro lado, los expertos encontraron otros cambios sorprendentes en el cerebro de la mujer, los cuales estuvieron relacionados con el aumento de materia blanca, las fibras nerviosas que conectan a las neuronas y contribuyen a la comunicación entre regiones cerebrales.
Los incrementos de materia blanca alcanzaron su máximo nivel en el segundo trimestre del embarazo, aunque posteriormente regresaron a los niveles previos a la concepción. Al mismo tiempo, estos cambios fueron notables en las regiones asociadas con la atención sensorial, la emoción, el pensamiento autodirigido y la introspección.
Las implicaciones de estos hallazgos son significativas, puesto que pueden ampliar la compresión de las adaptaciones del cerebro materno, así como contribuir al desarrollo de nuevas investigaciones enfocadas al estudio de los problemas de salud mental postparto y otros trastornos neurológicos vinculados con el embarazo.